Se convirtió en el ministro más longevo de Rusia después de cumplir doce años en su cargo, pero su llama se apagó tras malas decisiones militares en el actual campo de batalla, entre otras cosas.
Por Canal26
Domingo 12 de Mayo de 2024 - 19:29
El ruso Serguéi Shoigú, que abandonará la cartera de Defensa tras doce años en el cargo, se ganó a pulso el apodo de "Ministro de la guerra", ya que dirigió personalmente durante la última década las operaciones militares del Kremlin en Siria y Ucrania.
A pesar de ser un estrecho colaborador de Vladímir Putin, Shoigú fue muy denostado por halcones y expertos militares por la falta de avances en el frente ucraniano, especialmente por el fallecido fundador de Wagner, Yevgueni Prigozhin, su acérrimo enemigo.
La imagen de Shoigú estará vinculada para siempre con la anexión de Crimea, el rescate del régimen de Bachar al Asad y la mayor intervención militar en Europa desde la Segunda Guerra Mundial.
Shoigú, un hombre de perfil bajo que compartió vacaciones en Siberia con el jefe del Kremlin, es el perfecto parapeto para Putin, ya que se lleva todas las críticas en las derrotas y ninguno de los halagos en caso de victorias en el campo de batalla.
Su destitución llega justo cuando el ejército ruso recuperó la iniciativa en el Donbás y Járkov, escenario de una ofensiva rusa desde octubre de 2023, y después de que Estados Unidos aprobara finalmente el esperado paquete de asistencia militar a Kiev estimada en 61.000 millones de dólares.
Te puede interesar:
¿Camino a una Guerra Mundial?: cómo afecta a la guerra en Ucrania la presencia de soldados norcoreanos en Rusia
Shoigú es el ministro más longevo de Rusia. Entre 1994 y 2012 ejerció como ministro para Situaciones de Emergencia, cartera que ya dirigía desde 1991. Entró en política de la mano del Partido Comunista de la Unión Soviética en 1988, en plena Perestroika.
Coincidiendo con la llegada de Putin al poder (2000), Shoigú se convirtió en líder del partido Unidad, precursor del partido del Kremlin, Rusia Unida.
Según las encuestas, durante años fue el ministro más popular entre los rusos, quienes valoraban su prudencia, aparente falta de ambición escasa afición al populismo.
Sus detractores acusan a Shoigú de excederse en sus facultades al convertir el Ministerio en una estructura cuasi militar, a pesar de que sus funciones son combatir las secuelas de emergencias, accidentes y desastres naturales.
Te puede interesar:
El Primer Ministro de Hungría confía en la victoria de Trump y un rápido alto el fuego en Ucrania
Shoigú fue nombrado ministro de Defensa en noviembre de 2012, meses después de que Putin regresara al Kremlin tras cuatro años como primer ministro.
Su nombramiento despertó no pocas críticas, más aún cuando suantecesor, Anatoli Serdiukov, otro civil, había dejado el cargo entre acusaciones de corrupción.
En marzo de 2014, coordinó la operación especial en la que soldados rusos tomaron los principales puntos estratégicos de la península de Crimea, tras lo que el Kremlin se anexionó ese territorio ucraniano, acción condenada unánimemente por la comunidad internacional.
Seguidamente, Moscú apoyó la sublevación armada prorrusa en el Donbás, donde acudirían, miles de soldados rusos, que se tomaban vacaciones en el Ejército ruso. Shoigú nunca lo reconoció, aunque era un secreto a voces que las milicias prorrusas eran apoyadas por fuerzas regulares.
Te puede interesar:
Ucrania critica la "nula" reacción de la comunidad internacional ante el despliegue de tropas norcoreanas en Rusia
Luego de que Putin solicitara una coalición internacionalantiterrorista, el jefe del Kremlin ordenó a Shoigú en septiembre de 2015 el comienzo de la intervención militar en Siria, asolada por una guerra civil.
El ministro viajó en varias ocasiones a Damasco para coordinar con al Asad las acciones militares, tras lo que Moscú anunció un acuerdo de alto el fuego entre régimen y oposición en diciembre de 2016.
Como resultado, Moscú evitó el derrocamiento de al Asad, abrió dos bases militares y, lo que es más importante, recuperó la influencia perdida en Medio Oriente tras la caída de la Unión Soviética.
A su vez, el ministro forjó una estrecha relación de trabajo con Turquía con el fin de repartir esferas de influencia en esa región, el Cáucaso y Ucrania.
Desde entonces, Shoigú defiende que el país árabe sirvió como polígono militar para poner a prueba tanto las capacidades del Ejército ruso, en particular de su aviación, como de su armamento moderno.
Es el caso de los misiles de crucero Kalibr de emplazamiento marino, que se emplearon primero en Siria y después en Ucrania.
1
Inundaciones en Valencia: más de 60 muertos tras trágico temporal en España
2
Inundaciones en España: confirman 155 muertes mientras siguen los trabajos de rescate y desescombro
3
Bacteria E. coli en McDonald's: las autoridades de Estados Unidos apuntan a las cebollas como el origen del brote
4
Neutralidad política: la estrategia cada vez más habitual de las potencias emergentes
5
Maduro sueña con que "algún día" Palestina se convierta en un Estado independiente
Mantenete siempre informado